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Proletarización profesional de la mujer en Centroamérica entre los años 1890 a 1930.

Proletarización profesional de la mujer en Centroamérica entre los años 1890 a 1930.

De Samuel Ignacio Gaete Paredes

Prefacio.
 Este ensayo monográfico fue realizado con el fin de presentarlo durante el seminario de Historia de América Latina Neocontemporánea, en la Universidad de Playa Ancha, en el cual fue revisado por su profesor guía, el 23 de agosto de 2019.  Es necesario mencionar que este trabajo no le quita merito a ninguna mujer quienes lucharon y siguen luchando por la igualdad de género, solo permite explicar que el capitalismo intervino en la transformación de los roles de género.

Introducción

Hacia fines del siglo XIX y comienzos del XX los países centroamericanos estaban pasando por un proceso de industrialización bajo los protectorados de países potencias como los Estados Unidos y la explotación de los recursos naturales de empresas multinacionales, como los países cafeteros, en el caso de Costa Rica, o la república bananera como en Guatemala y su relación con United Fruit Company. Aparte de ello, la inversión adquirida por la explotación de recursos permitió la modernización del sistema de transporte en tres países centroamericanos (Guatemala, El Salvador y Costa Rica) como los caminos y ferrocarriles, además de la inauguración del canal de panamá en 1914 siendo dueño empresas Norteamérica, teniendo disputas con las francesas, así también como dictaduras y reformas liberales que enfrentaban dichos países como la revolución en Nicaragua de Sandino.
La población general en Centroamérica en 1900 era de 3.533.000 habitantes y en 1930 ya contaba con 6.019.000 habitantes, generando una revolución demográfica en los procesos de urbanización e industrialización, siendo que en Centroamérica generalmente es rural. En el cual los campesinos son explotados por los terratenientes y estos obteniendo inversión para las explotaciones agrícolas para las empresas.
Durante las primeras tres décadas del siglo XX las profesionalización femenina era muy mínima en comparación de los hombres, de hecho la mayoría ejercía la profesión de maestras, poetas o escritoras, o se dedicaban hacer alfarería, costura, hilandería y bordado, cigarros, dulces, entre otros. Además de encargarse del cuidado familiar que esta tenía que ejercer sobres sus hijos y el manejo de su vida cotidiana. Sin embargo no mucho hemos escuchado acerca de la mujer centroamericana y como esta logro adquirir los puestos laborales, en las cuales las explicaciones pueden estar en los datos demográficos y siendo una de sus principales causas la implementación del modelo económico capitalista. En ella cabe preguntar la concepción, al menos académica, sobre la mujer en el mundo laboral, es decir ¿Qué es un proletariado femenino, trabajadora y una profesional? Pero surgiría la cuestión de cómo esta logra no solo entrar a un puesto laboral sino también a la educación en ello correspondería saber ¿Cuál es la relación que existe entre la inserción de la mujer al mundo laboral con el contexto demográfico al principio del siglo XX? Esto podría ayudar a responder la pregunta si ¿Existe alguna relación en que el modelo económico capitalista haya permitido la inserción de la mujer al mundo laboral?
El fin de este trabajo es examinar la inserción de la mujer profesional al mundo laboral debido al modelo económico liberal y del contexto demográfico por la carencia de profesionales masculinos, durante el proceso de capitalización de Centroamérica entre los años 1890 a 1930. Para ello se necesita definir los conceptos de proletario y profesional bajo una concepción femenina, aparte de ello se asociara los datos demográficos de Centroamérica con la inserción de la mujer al mundo laboral, para lograr determinar si el modelo económico permitió la inserción de la mujer en el mundo laboral en base a los datos y casos individuales.
Este periodo se investiga debido a las transformaciones pre-capitalista a  capitalista, cambiando la estructura y modelo social que se tenía hasta ese momento a través de la implementación modernizadora de la agricultura y el trasporte, principalmente en Centroamérica debido a que se puede observar según los datos un aumento en la profesionalización de la mujer y su inserción en el mundo laboral.
Esto nos da en cuenta que al equiparar la población femenina con la masculina, se genera un cambio en la sociedad y su dinámica en las costumbres, un cambio cultural, en donde el modelo económico puede influir en la sociedad determinando nuevos roles que cumple cada género, abriendo progresivamente los espacios laborales. Es casi como un proceso lineal que muchos países al estar en esas mismas condiciones pueden llegar a una especie de igualdad, pero impedido bajo el grupo donante quien vela por los intereses sociales y económicos.
El sujeto de investigación es una mujer que posee un título profesional y puede ejercer dentro del mercado laborar entre los años 1890 a 1930 en Centroamérica. Su importancia seria como la costumbre y roles que tenía la mujer en el periodo pre-capitalista en comparación con el periodo capitalista impuesto por los EE.UU. cambia en el sentido de dependencia a un sentido de autonomía y respeto al ganar en parte su independencia económica y respeto social al poseer una profesión, dentro de una sociedad machista.

Trabajadora, profesional y proletariada

En el lenguaje académico de los primeros años del siglo XX podemos evidenciar que existe un modelo predomínate en la sociedad, si nos basamos en Edwin Ardener[1] existen grupos que tienen una relación social, que son los dominantes que expresan de manera libre los modelos alternativos y los dominados que deben estructurar su concepción ante dicho modelo siendo así mismo silenciados. Debido a eso la visión masculina es la visión de la sociedad en el cual la femenina es silenciada. Esto se puede extrapolar a los conceptos que se utilizaban en el principio del siglo XX, cuyos términos solo se basan para la concepción del hombre o el modelo impuesto por el domínate.
El termino de Proletarización “es el proceso de creación de una clase trabajadora cuyos miembros se ven obligados a vender su capacidad laboral[2], este proceso se dio por el proceso de industrialización y modernización, obligando a los hombres y mujeres a migrar a las ciudades y trabajar en las fábricas debido a factores económicos o afectivos (mujeres que acompañan a sus maridos). En ello se desarrollaban las trabajadoras pero con la concepción de “empleada doméstica[3] (una concepción de 1936), cuya división del trabajo eran de vendedora ambulantes, repostería, cuidadoras, generando una economía urbana Subterránea[4].
El termino proletariado es redundante en si mismo y apoyado al contexto masculino significando “clase social constituida por los proletarios”[5] en los años de 1925, sin embargo si ocupamos los términos de Francos Rodríguez[6] de 1910 y adaptarlo con los términos de Moore, se podría realizar una aproximación en el cual la Proletariada es “aquella mujer tiene un desequilibrio entre los gastos e ingresos en la familia se acentúa constantemente, donde dicho ingreso es menor al del hombre o marido en el que vive con el proletariado o la clase media”. Mientras que la mujer profesional, utilizando igualmente los términos de 1925[7] de la R.A.E. es aquella mujer que tiene una formación educacional para una profesión o magisterio de ciencias y artes participando socialmente, pero siendo discriminada por el contexto sociocultural.
Por lo que la mujer centroamericana estaba sufriendo el cambio de rol dentro de su propio entorno, el impacto del modelo capitalista causando una migración a las ciudades donde pasa hacer una trabajadora para la subsistencia y pagar los gastos básicos, este cambio trajo consigo una el proceso de proletarización femenina y el surgimiento de proletariadas y mujeres profesionales.

El mundo laboral y la demografía

Complementando en lo que Moore en su obra “Antropología y feminismo” que la inserción laboral femenina está estrechamente vinculada a la formación educativa en el cual ella posee, sin embargo según se ha podido observar la entrada de la  mujer al mundo laboral e incluso profesional ha afectado los índices de crecimiento, natalidad, más aun de alfabetización, claramente visto en los datos demográficos.
Según los datos de la CELADE[8] nos indica la cantidad de población que existió en Centroamérica durante los años 1900 a 1930 viendo el siguiente gráfico.
 Hecho por el autor a partir de los datos entregados por la CELADE


Esto demuestra la cantidad de población centroamericana, en los cuales solo El Salvador bajo esa cantidad, mientras que la mayoría lo sube levemente. Su crecimiento queda demostrado en el siguiente cuadro.
Hecho por el autor a partir de los datos entregados por la CELADE[9]

Esto nos demuestra nos da a entender que la tasa de crecimiento de la población ha ido cayendo durante los primeros años del siglo XX, esto quiere decir la mayoría de los países centroamericanos están demostrando cambios significativos viéndolo así también la mujer en la tasa de natalidad en el caso de Costa Rica, en donde esta cae y queda estancada al menos hasta 1929 va en recuperación.

Estas interrelaciones como la baja de la tasa de natalidad y una estancada tasa de crecimiento, esto ha provocado la falta de profesionales masculinos en algunas áreas específicas siendo las principales empleabilidad para las mujeres era ser una empleada doméstica, como maestras o enfermeras. Además con una alfabetización que aumentaba lenta pero casi al mismo ritmo que los hombres donde las mujeres urbanas en Nicaragua aumento de un 63,3% en 1896-1905 a un 71,3% en 1926-1930, en comparación con los hombres urbanos que bajo de un 76,4% 1896-1905 a un 73,3% en 1926 a 1930[10].
Si estudiamos el caso de Costa Rica ya que esta presenta una mayor cantidad de datos tiene una población que aumento solo de 285 en 1900 a 499 en 1930, con una tasa de natalidad que ha caído de un 47,7 en 1900-1920 a un 18,5 en 1920-1930[11]. Sin embargo se puede evidenciar al mismo tiempo un aumento en la tasa de alfabetización en las mujeres urbanas de 87,1% en 1896-1905 a un 94,3% 1926-1930 (que en comparación al del hombre urbano aumento levemente de un 93,2% en 1896-1905 a un 95,7 en 1926- 1930)[12], inclusive la feminización de la ocupación docente aumento de un 57 en 1896 a un 79 en 1928[13]. Así según deduce según Youssef los datos de Costa Rica que la participación media de la mujer separada o divorciada es cinco veces mayor que la mujer casada, mientras que las solteras es cuatro veces mayor[14].
¿Que nos demuestra estos datos? Que básicamente el aumento de la inserción educacional de la mujer costarricense (o centroamericana) en la educación le permitió escalar social, económica y culturalmente, permitiendo tener una mejor situación y autonomía del hombre. Esto fue una de las causa de que bajara el tasa de natalidad debido a que la mujer posponía esa posibilidad al mantenerse laboreando o estudiando en algunos casos permitiendo ocupar puestos que en su mayoría era para hombres ahora es equiparable[15]. Lo que resulta más equiparable también sería el balance de la población entre hombres y mujeres, ya que para 1960 en Centroamérica un 49,8 eran mujeres y un 50,2 eran hombres[16], por lo tanto para 1930 la situación al menos tendría que ser casi idéntica debido a la tasa de crecimiento, por lo tanto la cantidad de hombre profesionales no podría haber sido suficiente para la época por lo que se necesitó que la mujer se encargara de algunas tareas laborales para suplantar aquellas faltas, sin embargo solo en algunas áreas que se le podía catalogar femeninas.

Mano de obra de reserva

En modelo económico instalado por las potencias, principalmente por los estados unidos dio un giro al proceso de industrialización y modernización de la sociedad, pasando de un pre-capitalismo a un capitalismo tuvo que articular no solo el proceso productivo, sino también modificar algunas relaciones sociales cambiando los roles de los individuos, claro que el capitalismo para que funcione se necesita un piso mínimo e impactando en la economía tradicional y visto anteriormente las migraciones y el proceso de proletarización[17].
Ahora, esta progresiva entrada de la mujer a la educación empezó a trasformar el espectro cultural en Centroamérica, es decir como el caso de costa rica el aumento del ingreso educacional significo el aumento del mundo laboral, pero con salarios que eran mínimos en comparación con sus pares hombres. Esta circunstancias ponen a la mujer como una proletariada profesional, debido a que al poseer un título (sea abogada, enfermera o maestra) es muy probable que reciba un salario inferior al del hombre, siendo también posible que tal vez no cubran todos sus gastos, dependiendo en cierta manera del marido, esto como diría Moore, es la “mano de obra de reserva” en caso de una crisis, una que por la falta de cantidad de profesionales masculinos el capital no dispone, y en vista que las deserciones y baja o estancada de la alfabetización masculina, algunas centroamericanas supieron aprovechar esa oportunidad de educación y laboral que podían acceder, sobre todo las clases medias. Así los “países del Caribe y de Latinoamérica poseen tasas de participación femenina en actividades laborales no agrícolas similares a las de las naciones occidentales industrializadas[18]

Para concluir

En la actualidad en muchos países de Latinoamérica aún se sigue proletarizando a las mujeres profesionales, donde los empleadores suelen juzgar por estereotipos que por capacidades de rendir un oficio o labor.
Por lo tanto, la hipótesis seria que en muchos de los términos eran para referirse al hombre al comienzo del siglo XX, donde la relación de trabajadora era en lo común como una empleada doméstica. Sin embargo si fabricamos el termino proletariada sería una mujer tiene un ingreso inferior a sus gastos y a los de sus pares hombres o marido, mientras que la mujer profesional es aquella que tiene una profesión o magisterio de ciencias o artes. Ahora su inserción laboral puede explicarse por la baja natalidad y caída de la tasa de crecimiento de población en algunos países, como en Honduras que paso  de un 76,7% a un 21,1% entre 1900 a 1830 y en Guatemala la tasa de natalidad bajo de un 51,6% en 1930-1934 a un 47,7% 1935-1939, mientras que Nicaragua la alfabetización subió en las mujeres urbanas de un 63,3% en 1896-1905 a un 71,3% en 1926-1930. Llegando hasta 1960, donde en aquel año la mujer representaba un 49,8% mientras que los hombres representaban un 50,2% en Centroamérica.
Esto representaría un aumento en el acceso a la educación y que se dedican al oficio ya que un grupo profesional donde los hombres no podían o no querrían ocupar, siendo esta como diría Moore, una “mano de obra de reserva”, recibiendo menos paga que sus pares e incluso no alcanza para cubrir todos sus gasto, convirtiéndose así en una mujer profesional proletariada dentro del machista y sistema capitalista cambiando su rol de domestica a una trabajadora en los cuales la sociedad podía permitir en algunos oficios, aunque existieron casos como la abogada Clara González y la periodista Clemencia Cornejo Méndez.
Ahora es más comprensible que nuestros padres nos digan sobre la importancia de la educación, para conseguir una mejor empleabilidad y mejorar las condiciones de vida, pero atado a un modelo predominante, con caracteres machistas y de un sistema económico que puede colapsar en cualquier momento.


Bibliografía

Fuente de primer orden.

 ·         Real Academia Española. 2013. Nuevo Diccionario Histórico del español. Visto en: http://web.frl.es/DH [Consulta: 21/08/2019]
·         Banco Mundial. La población femenina y La población masculina. Véase en: https://datos.bancomundial.org/ [Consulta: 20/08/2019]
·         Miró,  Carmen  A.  1968.  “Población  de  América  Latina  en  el siglo XX”. N 48. Santiago: Centro Latinoamericano de Demografía


Fuente de segundo orden.

 ·         Bethell, Leslie. 1992. “Capítulo 4: AMÉRICA CENTRAL: LA ERA LIBERAL. 1870- 1930” En “Historia de América Latina. México, América Central y el Caribe. 1870- 1930”. Tomo 9. Barcelona: Critica. ISBN: 84-7423-550-2.
·         López, Oresta. 2008. Educación y género en la historiografía educativa latinoamericana. Vol 9. Buenos Aires. Véase en: www.scielo.org
·         Molina Jiménez, Iván. 2002. “La Alfabetización Popular en el Salvador, Nicaragua y Costa Rica: Niveles, Tendencias y Desfases (1885-1950)”. No 327. Revista de Educación, Universidad de Costa Rica. Pp. 377-393
·         Moore, Henrietta L. 2009. “Antropología y feminismo: historia de una relación” y “Parentesco, trabajo y hogar: Cambios en la vida de la mujer”. En “Antropología y Feminismo”. Quinta edición. Fuenlabrada: Cátedra. ISBN: 978-84-376-2171-5.




Notas a pie de pagina:
[1] Moore, Henrietta L. “Antropología y feminismo: historia de una relación”. En “Antropología y Feminismo”. Cátedra. 2009. Pp 15.
[2] Moore, 2009.
[3] Real Academia Española. Nuevo Diccionario Histórico del Español. 2013. Visto en: http://web.frl.es/DH [Consulta: 21/08/2019]
[4] Moore, 2009.
[5] Real Academia Española, 2013.
[6] Proletariado; el desequilibrio entre gastos e ingresos en la familia se acentúa constantemente, haciendo más aguda la crisis íntima en que viven el proletariado y bueno parte de la llamada clase media.” Visto en: http://web.frl.es/DH.
[7] Profesional: “Perteneciente a la profesión o magisterio de ciencias y artes” Visto en: http://web.frl.es/DH.
[8] Miró, Carmen A. “Población de América Latina en el siglo XX”. Centro Latinoamericano de Demografía. 1968.
[9] Miró, 1968.
[10] Molina Jiménez, Iván “La Alfabetización Popular en el Salvador, Nicaragua y Costa Rica: Niveles, Tendencias y Desfases (1885-1950)”. Revista de Educación. 2002.
[11] Miró, 1968.
[12] Molina Jiménez, 2002.
[13] López, Oresta. “Educación y género en la historiografía educativa latinoamericana”. 2008. Véase en: www.scielo.org
[14] Moore, 2009.
[15] Moore, 2009.
[16] Banco Mundial. “La población femenina” y “La población masculina”. https://datos.bancomundial.org/ [Consulta: 20/08/2019]. Dato extraído a partir de la suma de El Salvador, Panamá, Honduras, Guatemala, Nicaragua y Costa Rica, dando un total de 6.594.591 de población femenina, mientras que la masculina era de 6.658.020
[17] Moore, 2009.
[18] Moore, 2009.



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